Nadie te entrena para ser emprendedor.

Emprender es un camino emocionante, pero también, es un camino solitario donde nos enfrentamos cada día a nuestros propios desafíos que pueden parecer imposibles de superar, y que no siempre sabemos cómo abordarlos.

Nadie te entrena, te entrenas sólo tú porque es un camino que se aprende a través de la experiencia, de tu propia experiencia. Importa mucho que estés abierto a aprender de tus errores y a tener una mentalidad de crecimiento continuo.

Tu entorno jugará un papel fundamental, por lo que haz lo posible, por rodearte de personas que te puedan apoyar y que te den consejos valiosos. Elimina de tu vida todo aquello que sea “ruido”.

Importa mucho que seas resiliente para que no te rindas a la primera de cambio, porque todos, hemos tenido rechazos y fracasos.

Aprende y desarrolla aquellas habilidades que sean necesarias para que avances. Trabaja en tu mentalidad y en tu capacidad de adaptarte a los cambios. Sé flexible.

Desarrolla una visión clara de lo que quieres lograr y trabaja duro para alcanzarlo.

Nadie te entrena, cada camino es distinto, por eso aprende a través de tu experiencia y ten cerca a personas valiosas que te puedan ayudar.

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Totalmente de acuerdo con lo que comentas, Ana.

Muy bien planteado.

Una de las herramientas fundamentales para incrementar la posibilidad de éxito es rodearse de otros emprendedores para compartir impresiones, trucos e ideas, y de otros/as que hayan pasado por ahí para convertirlos en tus mentores.

Discrepo en lo de que “nadie” te entrena, eso sí. Hay recursos disponibles de diferentes formas, en aceleradoras e incubadoras de startups, pero es complicado dar con ellas.

Y también habemos cada vez más profesionales que nos dedicamos precisamente a ello.

Con la guía adecuada, y la actitud que comentas, el camino es mucho más sencillo

¡Muchas gracias José!, claro que tenemos muchos recursos como tú comentas. Me venía a referir, que aunque tengamos todos los recursos, cada camino es distinto y un continuo reto donde vemos nuestras fortalezas y debilidades en plena acción. Y sólo cuándo estamos sumergidos, es cuándo nos damos cuenta.

La formación y el contacto con otros emprendedores te suaviza las cosas pudiendo ser un bálsamo, pero al final, cada emprendedor vive su propia soledad dentro de sus circunstancias porque nadie está en nuestra cabeza.

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:wink:tal cual lo expones.