Estamos en una época histórica en cuanto a liquidez en el sistema. Quizás en ocasiones no por parte de los bancos, pero sí vía ICOs, sociedades de garantía recíproca, instituciones públicas nacionales y autonómicas, los fondos europeos, plataformas de crowdlending …
Hay dinero, y lo más importante, más barato que nunca. Y en un plazo no muy largo, se avecinan curvas: inflación y subida de tipos de interés.
Las PYMES, autónomos y cualquier empresa en general, haría bien en captar toda la financiación que pueda, a plazos largos, intereses bajos, y la guarde en el colchón para el desarrollo de proyectos futuros, contrataciones, adquisiciones, circulante, lo que sea. Lo que sea que entienda que va a poder necesitar más adelante, pero que quizás cuando le llegue el momento, va a tener más complicado conseguir.
Se consigue mejor lo que uno no necesita, que lo que le urge.
Que no “queme” el dinero en tesorería. Que ya llegarán las oportunidades de inversión, y que los tipos de interés son lo suficientemente bajos como para que el coste de aprovisionar “todos los por si acasos futuros” es muy bajo. Prevención, anticipación.